¿SECUESTRO O MONTÁJE?
Por más que intentemos dejarle claro al gobierno que los habitantes de este país no somos tontos, ellos insisten una y otra vez en hacernos creer que lo somos. No pierden oportunidad para tratar de engañarnos con sus artimañas, con sus mentiras, con tus trácalas, con su artillería de recursos del despiste. Dá igual que una y otra vez queden al descubierto ante la opinión pública nacional, eso es lo de menos, ellos siguen subestimando a este pueblo y continúan intentando hacernos creer sus “montajes”, “obras de teatro”, “rescates hollywoodienses”, “mediaciones”, “facilitaciones” y un largo etc., de funciones más propias de una mente dedicada al teatro, cine o literatura, que de un gobierno de un país.
Todo esto que digo viene como consecuencia de lo sucedido en el día de ayer en Altagracia de Orituco, Edo. Guárico. Donde se logró liberar a los 39 rehenes sin consecuencias que lamentar en forma de muertos o heridos. Pero es precisamente este caso una muestra más de cómo funciona este gobierno en su infinito intento de manipular a la opinión pública nacional. Queriendo siempre tapar sus errores, con acciones heroicas, más propias de la ficción que de la realidad.
Después de seguir el caso prácticamente desde que salió a la luz pública, gracias nuevamente a Globovisión, quedan muchas cosas, muchos detalles en el aire que se deben despejar cuanto antes y no dejarlo todo en el olvido culpando a los medios de comunicación privados e independientes de instigar a delinquir, tal y como acusó el ministro de Interior y Justicia Rodríguez Chacín. Así que procedamos a atar cabos y luego cada quien que saque sus conclusiones.
1. El cabecilla de la banda de atracadores, había sido detenido dos días antes (26/01/2008) según relata una noticia aparecida en el diario La Voz de esa fecha. En la misma (http://www.diariolavoz.net/seccion.asp?pid=18&sid=1755¬id=249994&fecha=01/26/2008) cuentan que José Miguel López Bolívar quien era requerido por el Cicpc y por un Tribunal Control, fue arrestado en la carretera de Guatopo. Y uno se pregunta ¿Cómo es posible que un elemento considerado peligroso que estaba requerido por un cuerpo policial y por un tribunal, quedara libre en cuestión de horas?. Claro que si uno es un poco malpensado podría dejar en el aire otra pregunta ¿sería posible que negociarán con este sujeto su libertad a cambio de liderar un “atraco-secuestro” con final feliz?
2. Durante las horas del secuestro en la entidad bancaria, llama poderosamente la atención el nivel de libertad que gozaban los secuestrados. Al punto de poder sacar fotografías que salían al exterior vía teléfonos celulares, podían envíar y recibir llamadas por el mismo sistema e incluso podíamos leer en las imágenes de televisión como colocaban pancartas en los vidrios del banco para que pudieran leerse desde afuera, y ni hablar de cómo algunos de los secuestrados sacaban brazos y manos a través de los huecos que tenían a su alcance. No hay que ser un delincuente consumado, de hecho basta con ver películas mediocres, para saber que en estos casos el mismo estado de paranoia de los delincuentes les “obliga” a mantener a todos los rehenes lo más controlados posible. Evitando cualquier movimiento que pudiera dar al traste con su escape exitoso del lugar del crimen. Pero me hago algunas preguntas ¿será acaso que los delincuentes sabían a ciencia cierta que hicieran lo que hicieran los secuestrados no había motivo de peligro pues su acción estaba previamente coordinada y planificada con los cuerpos de seguridad? ¿Sería justamente una de las intenciones de todo este macabro suceso darle la mayor cobertura mediática para publicitar las “bondades” y “éxitos” del gobierno en materia de seguridad? ¿Quién filtró a los medios comunicación que dentro de la sede del banco había tres ciudadanos españoles, de ellos dos niños?
3. No conozco ningún caso en el que los cuerpos policiales negocien con unos delincuentes y cumplan con sus peticiones para que estos tengan una huída tranquila. Normalmente en estos casos, se dilata el tiempo de negociación lo más posible en busca de desgastar y acorralar a los delincuentes hasta que decidan entregarse, o por el contrario, se busca ganar tiempo para llevar a cabo el asalto de la entidad y lograr así la liberación de las víctimas. ¿Manejo en algún momento el gobierno o los cuerpos de seguridad del Estado la posibilidad de ingresar al banco? ¿Durante todo el tiempo que se “negoció” con los asaltantes fueron conscientes los órganos de seguridad de que se le iban a cumplir las peticiones a los malandros para que escaparan? ¿Si fue así porque se mantuvo una larga agonía que duró casi dos días? ¿Cómo sabía a ciencia cierta el ministro de Interior y Justicia que los malandros ingerían drogas y alcohol?
4. Llama poderosamente la atención que entre los asistentes por parte del Gobierno solo faltara el presidente-comediante. Y no porque no lo hayan solicitado los familiares de los propios secuestrados como “mediador”. Resulta hasta cómico ver que ahora todo el mundo quiere que el presidente-comediante se convierta en mediador de todo tipo de situaciones. Sin embargo es el minpopi de Interior y Justicia quién declara ser el responsable del área y quien toma “el mando y control” de la situación. ¿Por qué Rodríguez Chacín se presentó aquí y no lo hace en otros muchos casos menos “mediaticos”? ¿Será por su especial habilidad para montar “operaciones de rescate y liberación” o tendrá algo que ver el hecho de que este triste suceso estaba preparado por el mismo para dar un golpe de efecto ante la opinión pública nacional y mundial, después de alentar a las FARC colombianas a seguir su trabajo de matar, secuestrar, extorsionar y aterrorizar?
5. Es llamativo el hecho de qué quien conducía la ambulancia al momento de la huída, era uno de los “secuestrados” que además se había ofrecido “voluntario” como rehén a cambio de que liberasen al resto de secuestrados a excepción de otros 4 que también se ofrecieron “voluntarios”. Pués el conductor de la ambulancia, uno de los rehenes como ya dije, sabía exactamente para donde debía conducir, salió del lugar de los hechos a una velocidad y con una destreza que ni el cabecilla de la banda de atracadores habría puesto en el vehículo. ¿Será acaso que este “voluntarioso rehén” formaba parte del teatro general, es decir, del reparto de la obra de teatro? ¿Porqué los familiares de los delincuentes salían en las imágenes casi que riéndose en vez de mostrar abatimiento, tristeza, miedo, dolor, etc.? ¿Cómo pudieron lograr la identificación de todos los delincuentes y en tiempo record hacer llegar a sus familiares al lugar de los hechos para que mediaran con los delincuentes?
6. En la rueda de prensa posterior al término del secuestro, el minpopi Rodríguez Chacín acusa a los medios independientes ser los culpables del acontecimiento. Incluso los culpa de politizar el asunto. ¿Acaso el asunto no se politizó en el preciso instante en que intervinieron políticos como él, el gobernador de Guárico Manuitt y otros más? ¿Dónde está el delito cometido por un canal de televisión que lo único que hizo fue informar sin sacar conclusiones ni poner adjetivos a la atípica situación?
7. Desde el momento en que el minpopi dió su rueda de prensa calificando a los malandros como “jóvenes venezolanos que necesitan ayuda” sentí un tufo tan feo que llegaron a mi cabeza viejas imágenes de Joao De Gouveia, aquel joven portugués que disparó a quemarropa en la plaza Altamira de Caracas.
A partir de ahora el gobierno tratará de sacar partido de este montaje para hacerse los héroes que controlan la delincuencia y las situaciones de riesgo. Pero yo, que no muy necio y osado, solo esperaré un par de días más hasta que comiencen a salir las pruebas reales de que esto era un simple y burdo montaje.
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